miércoles, 6 de julio de 2011

Los 10 Mandamientos- Parte 1

Los 10 Mandamientos

Introducción

Hace tiempo apareció en los periódicos como el mejor Best Seller un cuento de dibujos animados titulado la muerte de Superman. En la portada del cuento de dibujos aparecía el famoso héroe, con su traje azul, ahora sí, en brazos de su nunca comprendida admiradora Lisa Loren que derramaba abundantes lagrimas, mientras él yacía inerte con su ropas destrozadas y malamente herido. De hecho en al final del relato Superman no muere, pues un super héroe jamás puede morir, pero a mi me hizo pensar qué era lo que aquel cuento podía haber atraído tanto como para convertirse en un best seller nacional, sobre todo en un tiempo como el nuestro en que los cuentos de caricaturas parecían haber quedado sepultados por las películas de dibujos animados en tercera dimensión y los videos interactivos. Según mi parecer lo que había resucitado a este cuento de Superman era precisamente el tema de la inmortalidad.


Desde la antigua leyenda homérica del gran Aquiles que fue hecho invulnerable por su madre cuando lo sumergió en las aguas de la laguna Estigia tomándolo del talón, hasta el popular héroe del planeta Kriptón los humanos fácilmente nos sentimos atraídos por los héroes invencibles e inmortales porque nosotros mismos hemos sido creados para vencer y triunfar en esta vida y heredar una vida inmortal y por eso nos identificamos con ellos.


El joven rico lo tenía todo para ser feliz, pero su riqueza no le aseguraba la vida y por eso corre a consultar a preguntar al profeta como se puede ser feliz y vivir en paz siempre: Maestro ¿qué he de hacer para tener vida eterna y Jesús le da la receta de paz y de vida inmortal, cumple los mandamientos.


En efecto, todos queremos triunfar y ser felices en esta vida pero entre los los miles de caminos que podemos recorrer. ¿Cual es el camino que con seguridad me lleva a esta felicidad eterna?


El Catecismo de la Iglesia Católica dedica la tercera parte a explicarnos lo que el mismo define como: Camino de Vida. Este camino de vida es nada menos que el Dacalogo, las diez palabras o diez mandamientos que Dios nos dejo para salvarnos.


Como recorrer este camino del Decalogo o diez mandamientos y alcanzar la vida eterna sera el tema de estos escritos.


1. Parte


Se le acercó un joven que le dio: "Maestro, ¿Qué he de hace yo de bueno para conseguir la vida eterna?”.


Jesús le declara: "Si quieres entrar en la vida guarda los mandamientos”.


Es muy extraño que un joven y además rico se interese en la vida eterna. Normalmente los jóvenes ricos son personas despreocupadas cuyo único interés momentáneo es el de disfrutar de esta vida, usar de sus riquezas para divertirse y pasarla bien.


Quizá la razón se debiera a que este joven no heredó la riqueza sino que la ganó a pulso, con su esfuerzo y su trabajo. Era rico pero no tonto, sabía que lo que vale cuesta. El no pensaba como muchos de nosotros que nos vamos a salvar así no más por nuestra cara bonita, o que la salvación es algo como el sacarse la lotería: si uno tiene suerte se salva si no se condena. Ni tampoco pensó que era cuestión de compadrazgos o de dar un pequeño incentivo económico por abajo de la mesa. No el no pensaba así. El era un joven de empresa, el se había esforzado, había triunfado y se había hecho rico. El sabía de negocios, sabía que la vida eterna vale y vale mucho y por tanto, se gana con esfuerzo. Por eso pregunto: ¿que tengo que hacer para alcanzar la vida eterna?

Maestro bueno ¿que tengo que hacer para salvarme? Que tengo que hacer yo, no que tiene que hacer la suegra, el vecino, el cura o la monjita. Porque resulta que muchos dicen: No yo no voy a Misa porque el sermón es muy aburrido, no yo no me confieso porque este cura regaña, no yo no dejo de tomar porque mis amigos me hacen el feo, no yo no rezo porque los que lo hacen son unos hipócritas. El caso es que siempre nos estamos excusando en lo que hacen o dejan de hacer los demás, pero mi salvación no depende de lo que hacen los demás sino de lo que hago yo. ¿Qué tengo que hacer yo para salvarme?


Había un señor que tenia su casa entre un convento y una Iglesia. Y cuando le preguntaban que porque estando tan cerca de la iglesia nunca se paraba en ella. Y el decía "para qué si de un lado tengo unas monjas para que recen por mi y del otro un cura para que vega a darme la unción de los enfermos si se presenta la necesidad". El caso es que una noche mientras dormía en su cama le dio un infarto y nadie se dio cuenta de que se había muerto hasta tres días después cuando se fueron acumulando los periódicos frente a su puerta de nada le sirvió vivir entre la Iglesia y el convento.


A nuestro amigo probablemente le interesaba salvarse pero no se ocupo de ello no hizo nada y como no hizo nada no se salvó. Lo primero que tenemos que hacer para triunfar es pues interesarnos por nuestra propia salvación.

Nuestro Señor le responde: "Cumple los mandamientos". Eso era algo así como decir: "La cosa es sencilla consulta la sección amarilla". Cuando Dios hace algo lo hace para salvarnos, si nos dio diez mandamientos no fue para hacernos la vida difícil, de cuadritos, sino para salvarnos. Si quieres llegar a la vida eterna tienes que recorrer el camino de vida el Decálogo, cumple los Mandamientos.


Era algo como responder a alguien que viviera en San Francisco y preguntara: ¿Que tengo que hacer para llegar a Nueva York? La respuesta sería dirígete al Este. Puedes ir en avión, en carro o a pie pero siempre tienes que dirigirte en esa dirección. Los mandamientos valen para todos en todas las situaciones y esa es la única dirección posible para llegar a la vida eterna.


Esto es lo que Cristo quería que quedara claro: para el joven como para un anciano, para el rico como para un pobre hay un mismo camino de vida: Los Mandamientos.


Pero no basta saber que hay un camino es necesario recorrer ese camino esto es lo segundo que tenemos que hacer para triunfar.


Hoy hay muchos cristianos que afirman que basta aceptar a Cristo como único Salvador para salvarnos. Pero se les olvida que Cristo se llamó así mismo camino: "Yo soy el camino" si tu crees en Cristo pero no recorres el camino que el con su vida y sus palabras te señala no te salvas.


En efecto en este pasaje evangélico vemos que el joven que pregunta sobre la salvación pero Cristo nuestro Salvador no le dice: "Basta que creas en mi y te salvaras" y si no se lo dijo es porque no basta creer no basta tener fe.


La fe es necesaria para salvarnos, de eso no hay duda. El Catecismo de la iglesia en el numero 162 afirma que nadie puede ser justificado sin la fe y nadie, a no ser que haya perseverado hasta el fin obtendrá la vida eterna. La fe es necesaria pues, pero no basta.


Siguiendo la comparación del joven que pregunta como llegar desde San Francisco a NuevaYork. La fe es la que ilumina para saber que efectivamente Nueva York existe aunque no lo vea, la fe le ayuda a creer en la veracidad de lo que la persona le dice, la fe le animará a emprender el camino al este, la fe le sostendrá durante el camino con la esperanza de que llegará a Nueva York si persevera caminando. Pero si el joven no emprende el camino, por más que tenga fe nunca llegará a Nueva York.

La fe que salva es la fe como la de María: una fe peregrina, la fe que nos hace ponernos en camino y mantenernos en el.


Ahora bien al joven no le basta que le digan en general que hay un camino y que hay unos mandamientos, pues muchas veces se confunden los mandamientos de Dios con los mandamientos de los hombres y ya no se sabe si uno esta en el camino correcto. El joven quiere estar seguro de la ruta por eso pregunta pregunta ¿cuales?


Hoy estamos viviendo en una situación muy parecida a la del joven. Ya no sabemos que esta bien y que esta mal. Unos que dicen que todo es pecado y otros que afirman que todo se vale. Unos que afirman que el aborto, la eutanasia, el adulterio es correcto, otros que hacen del fumar, tomar vino, del beber cafe pecados que nos llevan al infierno.


Y parece que pocos se dan cuenta de que la actitud de los que ven en todo pecado grave como la de aquellos que no ven en nada una ofensa grave a Dios procede de la misma causa la misma tentación de la serpiente del paraíso: el deso de ser como Dios y decidir por nuestra propia cuenta que es pecado y que no lo es. Si yo digo que beber vino aunque no sea para embriagarse es pecado entonces es pecado aunque la biblia diga que Cristo convirtió el agua en vino. Y si yo digo que la practica de la homosexualidad esta bien entonces esta bien aunque la biblia la condene innumerables veces. Nosotros queremos decidir lo que es bueno y lo que es malo y no queremos nadie por encima de nosotros que nos indique lo que tenemos que hacer.


Cumple los mandamientos! Si eso esta claro pero cuales? Ya no sabemos cuales son los mandamientos.


Nos parecemos a Pepito. Haber pepito -le pregunta la maestra- ¿ cuales son los cinco continentes ? Los cuatro continentes responde Pepito son tres America y Europa.


¿Cuales Mandamientos Señor?

En esto hay que reconocerle algún merito al joven rico. Al menos el no pensaba la ignorancia lo excusaba.


Hay quienes creen que la ignorancia los va a salvar. Yo mejor no me entero, yo mejor no pregunto? Precisamente por esto el Catecismo de la Iglesia Catolice comienza con estas palabras: Dios, nuestro salvador... quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. 1, Timoteo 2,3-4. La ignorancia no salva, lo que salva es el conocimiento de la verdad.


Como aquella señora que iba manejando y se paso una luz roja. El policía la detuvo y le pidió la licencia. Ella protestó: es que yo no sabia que había que pararse en los altos. El policía le respondió: "no señorita, si no tiene que pararse, puede Ud seguir sentada lo único que tiene que hacer es frenar y detener el auto y esto querida señorita, lo debía haber sabido antes de agarrar el volante. La ignorancia no la libró de la multa.


La ignorancia no salva. Cuantas veces hemos escuchado o leído en el periódico: "no sabia que la pistola estaba cargada y se dio un tiro en la cabeza, no sabia que el cable era de alta tensión, lo tocó y quedo electrocutado, creía que era aguardiente pero era acido sulfúrico se lo bebió y se murió.. el ignorar no les libró de sufrir las consecuencias.


"Cumple los mandamientos" ¿cuales pregunto el joven?: "No mataras, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre...".


Aquí hay algo que llama mucho la atención y es que Jesus sólo menciona cinco mandamientos según San Lucas y seis según San Marcos pero no menciona los diez. ¿Que pasó aquí? Acaso Jesus no se sabía los diez mandamientos,... lo que pasa es que en hebreo no tiene puntuación, no existen los puntos suspensivos, y el escritor simplemente escribió algunos de los mandamientos que mencionó Jesus.



Resumiendo lo dicho anteriormente para triunfar en la vida y alcanzar al eterna es necesario, interesarnos por el camino; "Señor que tengo que hacer. En segundo lugar una vez conocido el camino tenemos que actuar, caminar. ¿que tengo que hacer yo? y finalmente cerciorarnos de que estamos en el camino correcto ¿Cuales mandamientos?



Digamos algo en general de los diez mandamientos.


Los mandamientos son Diez ni más ni menos, por eso Dios nos puso diez dedos en las manos, pero como la mayoría somos medio olvidadizos nos puso otros diez en los pies.


Por otro lado a nadie nos gusta tener ni más ni menos dedos, todos queremos tener diez. Ese gusto natural que nosotros tenemos por nuestros dedos Dios lo tiene por los mandamientos, a el no le gusta que le quitemos ni añadamos nada porque son Palabra de Dios. Cuan Dios creo al Hombre dijo: "hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza” (Gn 1,16), cuando dicto los diez mandamientos es como si hubiera dicho: "rehagamos al hombre a Nuestra Imagen y semejanza" por eso el quitar mandamientos es algo así como mutilarnos a nosotros mismos. Dios nos dio los mandamientos para nuestra perfección.


De hecho Jesus mismo añade a los mandamientos los consejos evangélicos: "Si quieres ser prefectos ve vende cuanto tienes dalo a los pobres y después ven y sígueme" (Mt. 19,16-22). De lo que se trata es de ser mejor y ser perfecto. Los consejos evangélicos no son otro camino diferente del de los mandamientos simplemente nos facilitan su cumplimiento, nos ponen por así decir en el centro del camino.


Continuando al imagen de los dedos. Los dedos los tenemos repartidos equitativamente en dos manos igualmente los diez mandamientos están contenidos en dos: Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento, de la misma manera la mano derecha es más útil y ágil. Pero la mano izquierda no nos la dio Dios para guardarla de refacción y por tanto no debe estar tullida, por eso al primer mandamiento va unido el segundo de Amar al prójimo como a nosotros mismos.


Por ultimo recordemos que los mandamientos son mandamientos y no sugerencias. Los diez mandamientos no son optativos, Dios no le preguntó a Moisés si le gustaba o no los mandamientos, ni le preguntó su punto de vista. Esto no debe ser ningún problema para nadie a no ser cuando nos olvidamos que somos criaturas.


El problema del hombre moderno no esta en que rechaza los mandamientos sino en que el quiere decidir sin tomar en cuenta a Dios que es lo que esta bien y que es lo que esta mal. Precisamente esta fue la tentación de la serpiente. Seréis como dioses y en que consistía eso: "conocieres el bien y el mal es decir os safareis de Dios ya no tendréis que obedecerle tu vas a crear tus propios mandamientos y tu vas a decir que es lo que es bueno y que es lo que es malo”.


Lo entenderán con este ejemplo. En una ocasión me encontré en el supermercado a un señor que estaba pidiendo firmas para salvar a las focas en Alaska. Y yo le dije ¿porque Ud. se preocupa de salvar a las focas en Alaska y no mejor se preocupa de salvar a los niños que esta matando en la clínica de abortos de enfrente. Su respuesta fue es que niños hay muchos y en cambio las focas se están extinguiendo. El problema esta mi querido amigo,le dije, en que Dios dice: No mataras y matando a un niño no nacido yo si quebranto el quinto mandamiento pero si mato un animal no quebranto el quinto mandamiento.


Yo no estoy diciendo que no debamos proteger a animales, lo que quiero es que se den cuenta que el hombre quiere regirse por su propio código y hacer a un lado a Dios. Eso es lo que la serpiente proponía a nuestros padres, seréis como dioses, Ud. decidirán que esta bien y que esta mal.


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