martes, 27 de abril de 2010

Necesitamos escandalizarnos más

Estamos viviendo tiempos difíciles siempre lo fueron para la fe. Es lógico que después del ejercicio pastoral del gran Juan Pablo II, que mantuvo a raya con su personalidad magnética a los medios de comunicación ahora vuelvan de nuevo con renovados ataques a la Iglesia.
Pero ese no es el fin de la Iglesia, pues es una ley que nadie ignora que hasta el día de hoy la Iglesia ha enterrado a todos su detractores y a todos enemigos. Sin embargo esto no nos exime de estar atentos a los posibles peligros para nuestra fe.
El problema no son los escándalos sino que no nos escandalizamos demasiado, mas aun lo toleramos todo. La infidelidad, la traición y el abandono, tanto de sacerdotes como de seglares a la misión que Dios les había confiado nos debería escandalizar, pero no por el contrario lo justificamos por eso de los escándalos. ¿Pero es que la vocación no me la dio Dios? ¿Acaso no tenían mayor razón para abandonar la fe y al iglesia y la vocación los primeros cristianos? ¿Los católicos que vivieron en tiempos del Papa Borgia? ¿Qué dice la escritura sobre la actitud de los cristianos en tiempos difíciles? “Se fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida” (Ap 2,11). Ya Cristo había dicho antes: Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino y habrá pestilencia y hambres y terremotos por todos los lugares. Todo esto será el comienzo de los dolores de parto. A continuación Cristo habla de la persecución a su Iglesia. Entonces os entregará a la tortura y os mataran y seréis odiados de todas las naciones por causa de mi nombre. Muchos se escandalizarán (y como consecuencia) entonces y se traicionarán y odiarán mutuamente. Surgirán muchos falsos profetas que engañarán a muchos (aprovechándose de los escandalizados que perdieron la fe). Y al crecer cada vez más la iniquidad (por eso de que yo no soy hipócrita y no llevo doble vida y por eso puedo hacer el doble de lo que acuso al otro haber hecho), la caridad de la mayoría se enfriará pero el que perseverare hasta el fin ése se salvará. (Mt 24,13)
Según Cristo los escándalos pueden tener como consecuencia pero no justifican la infidelidad ni el abandono de la vocación. Esto obvio desde una perspectiva de fe. Si el que está en control del mundo, permite el mal en el mundo, es porque el puede sacar bien del mal. Si el que está en control de la Iglesia es Cristo y nos previno que el trigo y la cizaña siempre serán parte de su campo y no la quiso el mismo arrancar debe ser para probar la fe de los que creían tenerla y a fe de muchos “valía sorbete” (ya antes de los escándalos) pues no les sostuvo en medio de la dificultad. La Legión es de Cristo, siempre lo fue y siempre lo será, en el paquete de la vocación también venían incluidos las sorpresas y los sobresaltos. Haz lo que quieras, eres libre, pero recuerda la condición que puso el que te llamó a la vida cristiana y a la entrega total: “Se fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida”. (Ap 2, 11)

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